Problemas gastrointestinales: conozca los principales 

¿Cómo diferenciarlos y elegir el mejor tratamiento?

Publicado en: 26 de mayo de 2020  y atualizado en: 4 de noviembre de 2021
  • Para compartir
Escuche el texto Detener el audio

Cuando hablamos de enfermedades gastrointestinales, estamos hablando desde condiciones más cotidianas, como estreñimiento, gases, indigestión, reflujo gastroesofágico y gastritis, hasta las más raras, por ejemplo, la enfermedad de Crohn. Ya sean ellas disfunciones o solamente un malestar pasajero, muchas veces los síntomas son semejantes y, por eso la persona debe estar atenta a su frecuencia e ir al médico si los síntomas persisten.

Entre los síntomas más comunes están los gases intestinales que pueden causar una gran incomodidad porque provocan distensión abdominal. La mayor parte es producida en el intestino por carbohidratos que no son descompuestos en su paso por el estómago. Como el intestino no produce las enzimas necesarias para digerirlos, ellos son fermentados por bacterias que normalmente residen allí. Este proceso es responsable de la mayor producción y liberación de gases. Dieta adecuada, con alimentos ricos en fibras y beber mucho líquido ayudan en el tránsito intestinal, reduciendo la producción de flatulencia. Algunos consejos para evitar los gases son: mastique bien los alimentos, pues tragarse la comida sin masticarla bien y con apuro afecta la digestión y el bolo alimenticio puede llegar al intestino sin estar digerido adecuadamente; intente no hablar mucho durante las refecciones para disminuir el volumen de aire deglutido; caminar es siempre saludable, pues estimula los movimientos intestinales¹.

La indigestión puede ser causada por algunos factores. Comer una gran cantidad de alimentos, o comer demasiado rápido sin masticar bien los alimentos, beber exageradamente durante las refecciones, abusar de alimentos grasosos y de las frituras son algunos de ellos. Los síntomas pueden desaparecer con un simple cambio de los hábitos alimentarios, con ingestión de fibras, por ejemplo. No obstante, si permanecen por más de una semana, o vienen acompañados por heces fecales oscuras, o por cualquier otro síntoma anormal, busque asistencia médica sin demora².

La constipación intestinal o estreñimiento es provocada principalmente por el consumo insuficiente de fibras, pero también otros aspectos son importantes para mantener un buen funcionamiento intestinal, como la ingestión de agua y la práctica de actividad física. La regularidad de la actividad intestinal solo es adecuada cuando estos tres factores son cumplidos. Las fibras ayudan en la formación del bolo fecal y, en colaboración con la cantidad de agua ingerida y la actividad física, son responsables de estimular la actividad muscular intestinal³.

La fuerte tendencia de consumo de alimentos industrializados puede agravar o perjudicar el consumo diario de fibras. Las frutas, las legumbres y las verduras in natura son excelentes fuentes de fibras y micronutrientes, además de tener una baja densidad energética. Los cereales integrales como arroz integral, pan integral, centeno, avena, semillas de linaza, salvado de avena y trigo, entre otros, también son buenas alternativas para aumentar la cantidad de fibras ingeridas³.

La gastritis es una inflamación del revestimiento interno del estómago, que puede ser aguda, cuando aparece de repente y dura poco, o crónica, cuando se instala poco a poco y demora mucho tiempo para ser controlada. Puede ser causada por el uso prolongado de medicamentos como aspirina o antiinflamatorios, consumo de alcohol, fumar, infección por la bacteria Helicobacter pylori o también puede ocurrir cuando el sistema inmune produce anticuerpos que agreden y destruyen las células gástricas del propio organismo, también conocida como gastritis autoinmune4.

El reflujo gastroesofágico es el retorno involuntario y repetitivo del contenido del estómago para el esófago. Los alimentos masticados en la boca pasan por la faringe, por el esófago (un tubo que baja por el tórax al frente de la columna vertebral) y caen en el estómago, situado en el abdomen. Entre el esófago y el estómago, existe una válvula que se abre para darle paso a los alimentos y se cierra inmediatamente para impedir que el jugo gástrico penetre en el esófago, pues la mucosa que lo reviste no está preparada para recibir una sustancia tan irritante. Algunas causas están relacionadas al reflujo como alteraciones en el esfínter que separa el esófago del estómago y que debería funcionar como una válvula para impedir el retorno de los alimentos; hernia de hiato provocada por el desplazamiento de la transición entre el esófago y el estómago, que se proyecta para adentro de la cavidad torácica o por la fragilidad de las estructuras musculares existentes en la región5.

La Enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria crónica grave del tracto gastrointestinal. Afecta predominantemente la parte inferior del intestino delgado (íleo) y el intestino grueso (colon), pero puede alcanzar cualquier parte del tracto gastrointestinal. Probablemente es provocada por la alteración del sistema inmunológico, o sea, del sistema de defensa del organismo. Ella habitualmente causa diarrea, cólico abdominal, fiebre y, a veces, sangramiento rectal, entre otros síntomas. El tratamiento debe ser hecho en etapas. Existe un sistema de medición de la actividad de la enfermedad basado en el número de evacuaciones, dolor abdominal, indisposición general, ocurrencia de fístulas y de manifestaciones patológicas a distancia, que permite clasificar la enfermedad como ligera, moderada o grave. Si la enfermedad es ligera, puede no ser necesario el uso de medicaciones y el médico puede solamente seguir la evolución del paciente6.

Toda la terapéutica, sin embargo, se orienta para suprimir el proceso inflamatorio alterado. Los medicamentos disponibles actualmente reducen la inflamación y controlan los síntomas, pero no curan la enfermedad. A pesar de que sea una enfermedad crónica, no es considerada fatal. Casi todas las personas que padecen de esta enfermedad mantienen una vida útil y productiva, a pesar de que algunas de ellas necesiten de hospitalización en los períodos de mayor actividad de la enfermedad 6.

 

Fuentes: 1- Gases (flatulencia) - Portal Drauzio Varella. Último acceso el 22 de mayo de 2020. 2- Indigestión (mala digestión o dispepsia) - Portal Drauzio Varella. Último acceso el 22 de mayo de 2020. 3- Constipación intestinal. Biblioteca Virtual en Salud, Ministerio de la Salud. Último acceso el 18 de mayo de 2020. 4- Gastritis – Biblioteca Virtual en Salud, Ministerio de la Salud. Último acceso el 18 de mayo de 2020. 5- Reflujo gastroesofágico – Biblioteca Virtual en Salud, Ministerio de la Salud. Último acceso el 18 de mayo de 2020. 6- Enfermedad de Crohn – Biblioteca Virtual en Salud, Ministerio de la Salud. Último acceso el 18 de mayo de 2020.

Este material es sólo para fines informativos. No debe ser utilizado para realizar el autodiagnóstico o la automedicación. En caso de duda, siempre consulte a su médico.
  • Para compartir
¿Encontraste útil este contenido?