Mal de Parkinson

Cuanto mayor la franja etaria, mayor la incidencia de la enfermedad de Parkinson

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La enfermedad de Parkinson es una enfermedad degenerativa cuyas alteraciones motoras derivan principalmente de la muerte de neuronas del Sistema Nervioso Central presentes en varias partes del cerebro, principalmente la zona de la sustancia negra, del tronco encefálico (del núcleo motor dorsal del vago), corteza cerebral e incluso neuronas periféricas¹. De acuerdo con las estadísticas, en la mayor parte de los pacientes surge a partir de los 55, 60 años y su prevalencia aumenta a partir de los 70, 75 años³.

Causas²

Con el envejecimiento, todos los individuos saludables presentan muerte progresiva de las células nerviosas que producen dopamina. Algunas personas, sin embargo, pierden estas células (y en consecuencia, disminuyen mucho más sus niveles de dopamina) a un ritmo muy acelerado, situación en que se manifiestan los síntomas de la enfermedad.

A pesar de diversos estudios, no se sabe cuáles son los motivos que llevan a esa pérdida progresiva y exagerada de células nerviosas, no obstante, estos factores pueden ser genéticos o ambientales. La enfermedad de Parkinson no es hereditaria. Ocasionalmente se dan casos en una misma familia y, en general, con inicio precoz (por debajo de los 40 años). De esta manera, la presencia de un enfermo en la familia no aumenta el riesgo de la enfermedad en ningún individuo.

Tratamiento

El cuadro clínico está compuesto de cuatro señales principales: temblores parkinsonianos (temblores de reposo o principalmente de reposo, o sea, que disminuyen o desaparecen cuando la parte del cuerpo acometida realiza algún movimiento voluntario); acinesia o bradicinesia (lentitud y disminución de los movimientos voluntarios); rigidez (rigidez de los músculos, principalmente a nivel de las articulaciones); inestabilidad postural (dificultades relacionadas al equilibrio, con caídas frecuentes). Para el diagnóstico no se necesita que todos los elementos se encuentren presentes, solo con dos de los tres primeros ítems citados.      

Diagnóstico²

El diagnóstico es básicamente clínico, basado en las señales y síntomas, generalmente realizado por un médico neurólogo. Se pueden hacer exámenes complementarios, como una tomografía cerebral, resonancia magnética o exámenes más específicos, como cintilografía o ecografía transcraneal; los exámenes, sin embargo, se solicitan normalmente solo en caso de duda clínica, no considerándose obligatorios para el diagnóstico. 

Recomendaciones³

Consulte un médico apenas note un ligero temblor en las manos o haya notado que su letra disminuyó de tamaño (micrografía);

Mantenga la actividad intelectual: lea, siga las noticias;

No atribuya al paso de los años la pérdida de la expresión facial y el pestañeo de los ojos menos frecuentes;

Practique actividad física. Hacer ejercicios físicos con regularidad ayuda a preservar la calidad de los movimientos.



 

Fuentes: 1. Protocolo Clínico e Diretrizes Terapêuticas – doença de Parkinson. Ministério da Saúde. Último acesso em 9 de setembro de 2021. 2. O que é Doença de Parkinson? Academia Brasileira de neurologia. Último acesso em 9 de setembro de 2021. 3. Doença de Parkinson. Portal Drauzio Varella. Último acesso em 9 de setembro de 2021. 

Este material es sólo para fines informativos. No debe ser utilizado para realizar el autodiagnóstico o la automedicación. En caso de duda, siempre consulte a su médico.
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