El anestesiólogo es el responsable de aplicar la anestesia, un compuesto medicinal que elimina la sensación de dolor durante una operación o examen. Además de aplicar la anestesia, ellos supervisan al paciente durante todo el procedimiento, siendo responsable de monitorear los signos vitales y las reacciones del organismo¹,³. El día 16 de octubre fue designado para celebrar el Día Mundial de este profesional.
En esta fecha, en 1846, fue usado por primera vez un aparato inhalador de éter para realizar una cirugía de mayor porte, provocando una anestesia general en el paciente. El aparato fue idealizado por el dentista Thomas Green Morton, de los Estados Unidos, que ya estaba utilizando el éter en sus procedimientos de extracción dental². La primera anestesia general con este producto fue realizada en Brasil en 1847, en el Hospital Militar de Río de Janeiro¹.
Existen dos tipos de anestesia: la general, que tiene efecto en todo el cuerpo, dejando al paciente sin ninguna sensibilidad e inconsciente y la parcial (como la raquianestesia y la epidural), en que solamente una parte del cuerpo es anestesiada. En este último caso, el paciente puede o no estar consciente. La duración de cada una de ellas depende del tiempo en que el procedimiento será realizado³.
Los riesgos de la anestesia, actualmente, son muy raros por causa de las técnicas modernas. El profesional anestesiólogo reducirá al máximo los peligros de accidentes o complicaciones³.