La fiebre maculosa es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria del género Rickettsia, transmitida por la saliva liberada en la picada de la garrapata de la especie Amblyomma, conocido como garrapata estrella. Si no es identificada y tratada rápidamente, la fiebre maculosa puede llevar al fallecimiento¹. Los principales síntomas son fiebre alta, dolor de cabeza, náuseas y vómitos. Con la evolución de la enfermedad aparecen hinchazón y enrojecimiento en las palmas de las manos y plantas de los pies y en los casos más graves, gangrena en los dedos y orejas y parálisis de algunos miembros, pudiendo provocar un paro respiratorio. Como los primeros síntomas se asemejan a otras enfermedades, es necesario conocimiento del médico para identificar el cuadro¹.

La transmisión

Cuando la garrapata está infectada con la bacteria causadora de la enfermedad, su picada puede transmitir la enfermedad, a través de la saliva². Otra forma de contagio es cuando la garrapata es aplastada y libera su contenido gástrico. A pesar de que la picada es suficiente para contaminar al organismo con la bacteria, ella generalmente no provoca dolor y, por eso la persona no percibe que puede haber sido contaminada. Los primeros síntomas aparecen entre 2 y 14 días, pero puede variar de persona para persona¹^,².

Diagnóstico

La incidencia de este tipo de garrapata es mayor en locales con vegetación alta, bosques de ribera, áreas rurales o pastos sucios. Y las capibaras, caballos, vacas o perros que circulan por estos ambientes son sus principales hospederos². Por tener los síntomas semejantes a otras enfermedades es difícil hacer el diagnóstico al inicio, principalmente si el paciente no sabe informar si estuvo en locales con oportunidades de existir este tipo de garrapata. El médico podrá solicitar pruebas de laboratorio para confirmar la sospecha. Los principales son¹:

• Aislamiento de la bacteria: a partir de materiales contaminados como sangre o fragmentos de tejidos (piel y pulmón obtenidos por biopsia) u órganos (pulmón, bazo, hígado obtenidos por necropsia);
• Inmunohistoquímica: es realizada una biopsia en la lesión que es capaz de detectar si la bacteria está presente en el tejido de la piel;
• Reacción de inmunofluorescencia indirecta (RIFI): por medio de la sangre, este examen informa si el organismo desarrolló anticuerpos para la bacteria;
• Técnicas de biología molecular reacción en cadena de la polimerasa (PCR): también por medio de la sangre o del tejido de la biopsia, este examen indica el material de la bacteria;
• Hemograma: por medio de la recogida sanguínea, identifica cualquier modificación en la sangre;
• Enzimas: si hubiere un aumento de la producción de enzimas puede ser síntoma de alguna infección.

Tratamiento

Como no siempre los resultados salen rápido, en el caso de sospecha, el profesional de salud debe iniciar el tratamiento con antibióticos para evitar que la enfermedad se complique.

Existen algunas formas de prevenir esta enfermedad. En el caso que sea posible identificar la garrapata en la piel, es importante retirarla con cuidado y lo más rápido posible, preferentemente con una pinza, teniendo cuidado para no aplastarla y lavar el área de la mordida con alcohol o jabón y agua. Evite circular o tener contacto con estas áreas de riesgo y con los animales que allí estén. En el caso que no sea posible, use pantalones, botas y camisas de manga larga y claras, para ayudar a identificar la garrapata, ya que esta posee coloración oscura. También existen en el mercado repelentes contra ellas¹.

Fuentes: 1. Febre Maculosa: causas, sintomas, tratamento, diagnóstico e prevenção. Ministério da Saúde Brasil. Último acesso em 2 de setembro de 2021. 2. A febre maculosa no Brasil. Revista Panamericana de Salud Pública. Scielo. Último acesso em 2 de setembro de 2021.