En el mundo, se estima que 60 % a 70 % de la población presenta algún tipo de problema gastrointestinal después de las comidas con alimentos que contengan lactosa. Cuando este tipo de cuadro pasa a ser rutina, puede ser señal del desarrollo de la intolerancia a la lactosa. Por ser un asunto relativamente nuevo, hay mucha confusión entre mala absorción x intolerancia x alergia a la proteína de leche. Entonces vamos a dividir el tema para entenderlo mejor.

La mala absorción es una ineficiencia del organismo en quebrar y transformar en partículas más simples la lactosa en virtud de baja actividad o ausencia de la encima lactase en la flora intestinal del individuo.

La incapacidad de digerir la lactosa por completo o en partes se llama hipolactasia, que puede ser clasificada en tres tipos:

• Primario – Puede ocurrir en función del envejecimiento natural del organismo. Después de la infancia es natural que haya una disminución en la producción de la enzima.
• Secundario – Ocurre cuando la producción de lactasa es afectada en virtud de otras enfermedades ya preexistente que desencadena el desequilibrio (enfermedad de Chron, celíaca, síndrome de intestino irritado y supercrecimiento bacteriano).
• Genética – Muy rara. Se caracteriza por la no producción de la lactosa incluso en la primera infancia. En estos casos, la lactosa debe ser cortada totalmente de la dieta por toda la vida.

Por su parte, la mala absorción o hipolactasia pueden ser el gatillo para el desarrollo de la Intolerancia a la lactosa, que nada más es que la sistematización de la mala digestión en el tracto gastrointestinal, con el surgimiento de cólicos, gases, diarrea y hinchazón, después del consumo de alimentos de base láctea. 
Esas incomodidades aparecen debido a insuficiencia o deficiencia de lactasa. Sin la enzima, es imposible para el organismo quebrar la lactosa en el intestino delgado. De esta forma, el azúcar permanece inalterado y sigue al intestino grueso, donde es fermentado y consumido por bacterias, liberando gases (Hidrogeno (H2) y generando las incomodidades.

Por otro lado la alergia es clasificada como una reacción inmunológica a la proteína de  leche, que se manifiesta después de la ingestión de una porción, por menor que sea, de leche o derivados. O sea, el sistema inmunológico entiende la proteína de la leche como una amenaza para el organismo y pasa a generar reacciones con el objetivo de expulsar la substancia del organismo, generando alteraciones en el intestino, en la piel y en el sistema respiratorio.

En otras palabras, la Intolerancia es un problema digestivo, mientras la alergia es un problema inmunológico. Es importante resaltar que por tener algunas incomodidades muy comunes y subjetivas, al aparecer cualquiera de ellas, se debe buscar un médico de confianza para que sean hechos todos los exámenes necesarios y sean combatidas las incomodidades de forma correcta.

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Referencias: 1. MATTAR, Rejane et al. Intolerância à lactose: mudança de paradigmas com a biologia molecular. Revista da Associação Médica Brasileira, v. 56, n. 2, p. 230-236, 2010. 2. DE MORAES, Adriane Elisabete Antunes; AMANCIO, Olga Maria Silverio. Declaração de Posicionamento da Sociedade Brasileira de Alimentação e Nutrição sobre Consumo de Leite e de Produtos Lácteos e Intolerância à Lactose.